Reflexiones sobre el equilibrio karmáticamente responsable del universo

Me pregunto cuándo será el día en que el universo venga a cobrarme el favor, que se readjudique su dichoso equilibrio y me mande un rayo, una bicicleta, una rueca. Porque él mismo me ha enseñado que así no hace las cosas, que si algo es muy bueno para ser cierto, entonces no lo es... o no dura tanto, al menos. Y sin embargo, aquí me tiene, mostrándome que a veces sabe ser buena gente.
Y es que el tiempo contigo son segundos que en horas se apelmasan y al final no sirven para nada; si contigo ni siquiera ver el giro de una mota de polvo es aburrido, si hasta un pinche codazo duele menos si estás ahí para tallarlo.
Si aprendiste a ver el reloj del otro lado, si aguantas mi hipercinesia y charlatanería, si te recortas los bigotes con perfección milimétrica y hasta aguantas mis berrinches de niña consentida.
Así, ¿cómo te creo, bendito universo, que de veras es cierto?



"(...) Así que este es el trato: tu dejas todo como está y yo ya no te pido más cosas(...)"

1 comentarios:

Julio César Becerra dijo...

Maple! Te amo, espero que el universo no nos la cobre y se porte "buena gente" esta vez

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